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De Palencia a Pamplona

La semana pasada estuve en Oviedo, este año ya es la segunda vez que visito esa ciudad. Lo que más me gusta de Oviedo son los montes que la rodean, las esculturas porque te las encuentras por cualquier rincón en cualquier calle, también me gusta la gastronomía y las tiendas. Me encanta ir de compras por Oviedo.

Era la primera vez que montaba en tren, había viajado desde San Sebastián hasta Hendaya en topo y también conocía el metro pero no el tren. Fui en el Talgo y la verdad es que mucho no me gustó, prefiero el avión o el barco. El viaje de ida se me hizo bastante pesado a la par de aburrido. Comí en el tren, la comida del tren y la verdad es que no os lo recomiendo.

El viaje de vuelta fue mucho más entretenido, hasta que llegamos a León fe bastante pesado. Desde León a Palencia no me acuerdo porque me dormí de aburrimiento y de cansancio porque la noche anterior salí un poco a celebrar las fiestas de San Mateo. Pero al llegar a Palencia pasó algo que llamó mi atención y despertó mi imaginación.

Entraron dos señoras que me transportaron a otros tiempos. Se trataba de una Señora acompañada por una "señorita de compañía". Llevarían unas tres hermosas maletas y un montón de bolsas llenas de cajas de pastas de esas que preparan las monjitas. Además llevaban una bolsa de los archiconocidos almacenes londinenses Harrod's, con mantitas pequeñas para no pasar frío en el viaje, toallas para apoyar la cabeza...

La vestimenta aparentemente era normal. Aunque, ambas mujeres podrían servir para que los estudiantes de anatomía vieran con claridad donde se sitúan cada uno de los huesos del cuerpo humano. Los labios de las dos mujeres eran gruesos, como retocados en el quirófano de un hospital por un cirujano con parkinson.

La Señora, con mayúsculas llevaba una gabardina rosa fucsia y un traje estampado. La "señorita de compañía" lucía un fino polar en color rosa palo y pantalones, además de un enorme anillo.

Media hora antes de llegar a su destino: Pamplona, la señorita que acompañaba a la gran Señora colocó todo el equipaje para facilitar el paso del revisor.

Lo último que sé es que se alejaron de la estación en un taxi...

Era como si los personajes de una película o una novela hubieran saltado a la realidad. Aun me pregunto ¿realidad o ficción?

3 comentarios

yildelen -

Oviedo es una ciudad encantadora, yo también estuve hace un mes. Además, está la estatua de Woody Allen .. ;o)

Natalia -

Mi madre tuvo el mismo sueño que yo...tambien ella las vió

monocamy -

Holaaa :D

Hum... yo creo que lo soñaste, pero tan tan tan tan nítidamente que te parece que realmente ha ocurrido :P.

Para mí cualquier medio de transporte es mejor que un autobús o autocar, patinetes incluidos.

Autocar... gggg... quita quita

;)