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Caviar para todos

No a todos tiene por que gustarnos el caviar, ni las angulas. Estos productos son caros pero no por ello son los mejores o son lo que todos queremos. Tanto tiene tanto vales. Quizás siga viviendo en el País de Nunca Jamás y no quiera ver la realidad que tengo delante de mis ojos.

Sé que no quiero caviar y nadie lo entiendo yo no quiero dinero, ni bienes materiales, ni nada de eso, yo lo que quiero es sel feliz. Bueno en realidad puede que todavía no sepa lo que quiero. Sé lo que tengo que hacer pero no estoy segura de que vaya a acertar, supongo que eso no lo sabemos nunca.

Hasta que no se pisa el mosto no se sabe como va ser el vino. Así que nunca sabré si he tomado el camino correcto. De lo único que estoy segura es de que estoy escogiendo un camino complicado en el que estoy sola ante el peligro.

Unos piensan que hago lo correcto y otros piensan que me equivoco. Estoy siguiendo a mi corazón y a mi intuición pero mi razón me esta machacando y no me deja en paz. Sé que el resto de las cosas que me rodean no son las mejores. No sé estoy hecha un lío. 

Supongo que rechazaré la oferta, nunca estaré totalmente segura de haber acertado o haberl fallado porque cuando elegimos una opción automáticamente nos quedamos sin la otra. 

2 comentarios

Lorei -

Estoy segura de que tu decisión ha sido la correcta. Porque has hecho lo que querías hacer, de la otra forma siempre habrías dudado de tu decisión, sobretodo si te llega a salir mal.
Además hay veces que disfrutas más de unas patatas fritas con gente que con la que estás agusto y en una situación cómoda que comiendo marisco con gente que no te cae bien o en una situación incómoda.
A ver si vemos pronto tu mosto y lo celebramos con lo que tu quieras.

pequeño qvark -

Todos tenemos nuestras dudas cuando tenemos que tomar una decisión... sobre todo cuando la cabeza y el corazón nos ofrecen caminos opuestos. Hay gente que vive con los pies en la tierra y hay otros que no paran de volar. Yo suelo guiarme por lo que me dice el corazón, y me pego muchos batacazos. Pero siento que así es como quiero vivir. De la otra forma tal vez tendría mayor éxito profesional, más cosas materiales y una vida más acomodada, pero no disfrutaría porque me sentiría esclavo de todo eso.

Siempre hay un término medio, pero yo sé que si me dejo llevar un poco más por el corazón que por la razón estoy más cerca de ser feliz. Siempre lo he sentido así.